Cada último Domingo del mes de Enero, el 28 en
2018, se celebra en Barranda, pedanía de Caravaca de la Cruz (Murcia),
la fiesta de Las Cuadrillas.
Declarada de Interés Turístico Nacional, la fiesta apareció en 1979 en
el contexto de las fiestas locales en honor a la Virgen de la
Candelaria.
Durante la mañana las cuadrillas invitadas se distribuyen a lo largo de
las calles y plazas, en un lugar fijo, desde donde muestran sus bailes
y ritmos llegados de diferentes lugares de la geografía.
Por la tarde se propicia el choque de cuadrillas, rememorando las
épocas en que una cuadrilla salía del núcleo principal o pueblo y se
encontraba con otra.
En ese encuentro los "guiones" improvisaban coplas ingeniosas
intentando solapar al de la otra cuadrilla, o bien, la cuadrilla cuya
música tocara a mayor volumen acabaría acallando a la otra.
Actualmente conocida como la más multitudinaria, la fiesta es el
segundo encuentro de música tradicional más antiguo del sureste
peninsular, tras el de la ciudad de Lorca.
Las cuadrillas, de «animeros», «aguilando» o «Pascua», son conjuntos
musicales procedentes del ámbito rural, muy habituales en gran parte de
las localidades de la Región de Murcia, aunque también los encontramos
en algunas zonas de las provincias de Almería y Granada (Las
Alpujarras), en el sur de Albacete, así como en el sur de la provincia
de Alicante.
Se trata de conjuntos instrumentales y vocales (un coro y un solista).
Los instrumentos son de cuerda (guitarras, bandurrias y laúdes).
Suelen incorporar clarinetes, violines, acordeones e instrumentos de
percusión como panderetas, castañuelas, platillos y zambomba.
Origen
Las Cuadrillas, o cofradías de ánimas, son consecuencia directa del
Concilio de Trento (1545-1563), el cual inició el dogma del culto al
Purgatorio, y la necesidad de purificar el alma para no pasar por ese
«estadio intermedio».
Las Cuadrillas tenían lazos de unión con la Iglesia, realizando ritos
que todavía hoy se practican, como pedir el aguinaldo, recoger
donativos para el templo de la localidad o pedir limosna para las
ánimas, muy a menudo también en época navideña.
Antiguamente, las cuadrillas de aguilando cumplían funciones dentro de
un contexto tanto religioso como profano, enalteciendo los rituales
litúrgicos y paralitúrgicos con su música en el medio rural.
Esto podía ocurrir tanto dentro como fuera del templo, y en romerías y
misas al aire libre.
Pero además, ejercían funciones sociales en actividades como bailes y
misas navideñas.
Estas actividades eran de suma importancia dentro de los núcleos
rurales donde se desarrolló su actividad y de las cuales dependían las
relaciones de los habitantes de los pueblos entre ellos y con la
Iglesia.
En la actualidad muchas de las cuadrillas están desligadas de la tutela
y administración eclesiástica, pero siguen celebrando sus ritos
ancestrales y se reúnen para hacer bailes de ánimas, de inocentes o de
puja.
La Fiesta de las Cuadrillas de Barranda tiene una antigüedad de más de
35 años, remontándose su origen al año 1979.
En esa fecha dos vecinos de la zona, tuvieron la feliz ocurrencia de
realizar un Festival Comarcal de Música de Cuerda.
Los organizadores pronto contaron con el apoyo de las instituciones.
El principal motor de las fiestas fue el entusiasmo de los habitantes
de la propia pedanía de Barranda, ya que fueron sus vecinos los que
conservaron las manifestaciones populares y mantuvieron viva la
tradición musical de los “Aguilanderos”.
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